
En el transcurso del primer período de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos (2017-2021), la economía del país vivió una serie de transformaciones importantes, impulsadas por políticas fiscales expansivas, acciones proteccionistas en el comercio internacional y una desregulación en distintos sectores. Estas acciones generaron efectos diversos en los indicadores económicos esenciales y en la percepción internacional de la economía de Estados Unidos.
Aumento del Producto Interno Bruto (PIB) y Mercado de Trabajo
Al llegar a la presidencia en enero de 2017, Trump recibió una economía en crecimiento, con un incremento del PIB real del 1.7% en 2016. En los tres primeros años de su gestión, el PIB real subió un 2.3% en 2017, alcanzó su punto máximo del 3.0% en 2018 y luego se redujo a 2.2% en 2019. No obstante, en 2020, como consecuencia del impacto de la pandemia de COVID-19, la economía se contrajo un 3.4%, representando la mayor caída desde 1946.
En cuanto al empleo, la tasa de desempleo se redujo del 4.9% en diciembre de 2016 al 3.5% en febrero de 2020, lo que indicaba un mercado laboral fuerte. Sin embargo, la emergencia sanitaria causó un incremento repentino del desempleo, llegando a un máximo del 14.7% en abril de 2020, antes de terminar el año en 8.1%.
En términos de empleo, la tasa de desempleo disminuyó de 4.9% en diciembre de 2016 a 3.5% en febrero de 2020, reflejando un mercado laboral sólido. No obstante, la crisis sanitaria provocó un aumento abrupto del desempleo, alcanzando un pico del 14.7% en abril de 2020, antes de cerrar el año en 8.1%.
Una de las iniciativas más importantes de la administración de Trump fue la aprobación de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos en diciembre de 2017. Esta reforma bajó las tasas de impuestos tanto para corporaciones como para individuos, con la esperanza de impulsar la inversión empresarial y el crecimiento económico. No obstante, los ingresos fiscales federales en 2018 fueron un 7.6% menores a lo que se había proyectado antes de la reforma, y el déficit presupuestario casi se incrementó en un 50% durante el gobierno de Trump, alcanzando aproximadamente un billón de dólares en 2019. Al concluir su mandato, la deuda nacional de los Estados Unidos aumentó un 39%, alcanzando los 27.75 billones de dólares, con una relación deuda/PIB en niveles no vistos desde la Segunda Guerra Mundial.
Estrategia Comercial y Proteccionismo
Trump adoptó una posición proteccionista en términos comerciales, imponiendo aranceles a las importaciones de varios países, con un énfasis especial en China. Estas acciones tenían como objetivo reducir el déficit comercial y resguardar las industrias locales. Sin embargo, el déficit comercial global creció a lo largo de su administración, y las tensiones comerciales provocaron incertidumbre en los mercados internacionales. Asimismo, las cadenas de suministro se vieron alteradas, lo que llevó a las empresas a reevaluar sus estrategias de producción y aprovisionamiento.
Reducción de Regulaciones y Medio Ambiente
El gobierno de Trump se enfocó en reducir regulaciones en áreas como la energética y financiera, sostenido que una menor regulación potenciaría la competitividad y el crecimiento económico. En el ámbito del medio ambiente, se revocaron más de 100 regulaciones federales, incluidas las relacionadas con las emisiones de gases de efecto invernadero y la protección de recursos naturales. Además, Trump decidió sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, una medida que suscitó críticas tanto a nivel nacional como internacional.
La administración Trump priorizó la desregulación en sectores como el energético y financiero, argumentando que la reducción de regulaciones impulsaría la competitividad y el crecimiento económico. En el ámbito medioambiental, se revirtieron más de 100 regulaciones federales, incluyendo aquellas relacionadas con emisiones de gases de efecto invernadero y protección de recursos naturales. Además, Trump retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, decisión que generó críticas tanto a nivel nacional como internacional.
Impacto de la Pandemia de COVID-19
La llegada de la pandemia en 2020 tuvo efectos devastadores en la economía estadounidense. Para mitigar el impacto, se promulgó la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por el Coronavirus (CARES) en marzo de 2020, destinando 2 billones de dólares en estímulos económicos. A pesar de estos esfuerzos, la economía sufrió una contracción significativa, y el mercado laboral enfrentó desafíos sin precedentes.
Evaluación General
Durante el primer mandato de Donald Trump, la economía de Estados Unidos experimentó una combinación de crecimiento inicial seguido de una recesión inducida por la pandemia. Las políticas fiscales expansivas y las medidas proteccionistas comerciales redefinieron aspectos clave de la economía, mientras que la desregulación y las decisiones medioambientales reflejaron un cambio en las prioridades gubernamentales. El legado económico de este periodo continúa siendo objeto de análisis y debate entre expertos y responsables políticos.