viernes, marzo 21

Cómo España está transformando la conservación marina

España ha avanzado considerablemente en la preservación de los mares al ser la primera nación de Europa en aprobar el Tratado sobre la Diversidad Biológica Marina en Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional, llamado Tratado de Alta Mar. Este pacto internacional, registrado en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, provee una estructura legal sólida para la salvaguarda de la biodiversidad en las aguas internacionales, que abarcan cerca de dos tercios de los océanos del mundo.

El principal objetivo del Tratado de Alta Mar es resguardar al menos el 30% de la zona de alta mar para el año 2030, siguiendo el compromiso mundial 30×30 establecido en el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Hoy en día, se protege menos del 2% de estas regiones, enfatizando la relevancia y la urgencia de este tratado.

El Tratado de Alta Mar tiene como objetivo principal proteger al menos el 30% de la superficie de alta mar para el año 2030, en línea con el compromiso global 30×30 acordado en el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Actualmente, menos del 2% de estas áreas están protegidas, lo que resalta la importancia y urgencia de este acuerdo.

Este tratado aborda varios aspectos clave para la conservación marina:

  • Regulación de actividades humanas en alta mar: Establece normas para gestionar y supervisar actividades como la pesca, la minería submarina y el transporte marítimo, con el fin de minimizar su impacto ambiental.
  • Creación de áreas marinas protegidas: Facilita la designación de reservas marinas en zonas fuera de las jurisdicciones nacionales, lo que contribuirá a la preservación de ecosistemas vulnerables y especies en peligro.
  • Distribución equitativa de beneficios: Implementa mecanismos para asegurar que los beneficios derivados de la explotación de recursos genéticos marinos se compartan de manera justa entre las naciones, promoviendo la equidad y la cooperación internacional.
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La ratificación por parte de España refuerza su compromiso con la protección del medio ambiente marino y el multilateralismo. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, destacó la relevancia de este acuerdo, señalando que «hoy nuestro país reafirma su compromiso con la agenda ambiental, el multilateralismo y un proyecto global que promueve la prosperidad de todos a través de la protección de los bienes públicos globales».

Organizaciones ambientalistas han alabado la aprobación realizada por España. Colectivos como WWF, Greenpeace y Ecologistas en Acción han destacado el simbolismo y la relevancia de este avance, exhortando a otros países a seguir el ejemplo español para asegurar que el tratado entre en vigor rápidamente y avanzar hacia la protección efectiva de los mares.

El Tratado de Alta Mar representa un avance normativo de los aspectos medioambientales previstos en el Convenio de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS). Su puesta en práctica es esencial para enfrentar problemas como la sobrepesca, la contaminación y el cambio climático, que ponen en riesgo la salud de los océanos, así como la biodiversidad y las comunidades humanas que dependen de ellos.

El Tratado de Alta Mar es un desarrollo normativo de los aspectos medioambientales previstos en el Convenio de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS). Su implementación es crucial para abordar desafíos como la sobrepesca, la contaminación y el cambio climático, que amenazan la salud de los océanos y, por ende, la biodiversidad y las comunidades humanas que dependen de ellos.

La aprobación del Tratado de Alta Mar por parte de España no solo consolida su liderazgo en la protección ambiental, sino que además transmite un mensaje claro a la comunidad internacional sobre la relevancia de la cooperación y el compromiso conjunto para proteger los océanos, esenciales para la vida en el planeta.

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La ratificación del Tratado de Alta Mar por parte de España no solo refuerza su liderazgo en la protección ambiental, sino que también envía una señal clara a la comunidad internacional sobre la importancia de la cooperación y el compromiso colectivo para salvaguardar los océanos, que son fundamentales para la vida en la Tierra.

Se espera que la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Océano, programada para junio en Niza, Francia, sea un punto de inflexión, donde más países se sumen a la ratificación del tratado. La vicepresidenta Aagesen expresó su confianza en que «Niza va a ser para la protección del océano lo que ha sido París para la lucha contra el cambio climático», subrayando la necesidad de que más naciones se unan a este esfuerzo global.